Fondos Limpios
30/31 de Marzo 2001, Puerto San Antonio Este
Domingo
1 de abril de 2001
Los 65 "hombres-rana" sacaron todo tipo de desechos. Camioneros y turistas siguieron con algarabía la jornada.
Dos remos de vieja data perdidos por algún pequeño bote fueron los trofeos más
significativos con los que se alzaron los buzos ayer por la mañana luego de
estar sumergidos durante varias horas. Rastrillaron una amplia zona situada
debajo y a ambos lados del viaducto, de donde recolectaron varios kilos de
desperdicios en este acto simbólico con el que trataron de generar conciencia
sobre la preservación del medio acuático.
Las actividades comenzaron el viernes al mediodía y terminaron ayer pasadas las
16. Los buzos ingresaron al mar en grupos iguales y fueron rotando hasta que
todos cumplieron varias horas en el mar, bajo la supervisión de expertos de la
empresa local Cota Cero, la de Salvamento y Buceo "El Austral" y
personal de Prefectura Naval Argentina que circularon en cuatro gomones,
delimitando el área por la que los "hombres-rana" podían desarrollar
su actividad.
El primer día, los buzos actuaron con pleamar, a un máximo de 9 metros de
profundidad. En tanto ayer, la inmersión fue hasta los 7 metros con bajamar. El
clima estuvo fantástico en ambas jornadas y los participantes pudieron
disfrutar de las altas temperaturas y de una excelente visibilidad, que rondó
entre los 3 y 4 metros.
La mayor parte de lo que se recuperó consistió en materiales de hierro,
probablemente perdidos cuando se construyó el puerto a principios de los 80.
Una escalera de hierro fue el elemento más pesado que se extrajo y que demandó
varios minutos de maniobras con cabos y poleas.
Además, se extrajeron botellas, vidrios, cables de acero, neumáticos, tazas de
automóviles, materiales domésticos como platos y vasos y muchas pilas. Los
buzos encontraron una pinza de soldadura submarina, probablemente perdida en
alguna tarea de reparación de buques o del muelle y dos antiguos remos, que
inmediatamente fueron obsequiados al buzo Tony Brochado. (ver aparte)
Los horarios de inmersión estuvieron restringidos por las fuertes corrientes
que predominan en ese lugar lo que obligó a que solamente se operara durante
cuatro horas por día. Actuaron cuatro gomones de apoyo, aportados por
Prefectura, "El Austral", Cota Cero y un particular. Además la
empresa Patagonia Norte colaboró con la logística del trabajo. En cada
embarcación había un buzo de seguridad.
Para los camioneros que esperaban para cargar la fruta en los barcos y para los
turistas que en ese momento se congregaban en cercanías del muelle, la
actividad fue un espectáculo imperdible. Desde el viaducto o desde la costa
observaban las maniobras y compartían con los buzos la algarabía ante cada
hallazgo.
Participó un grupo de 65 buzos brevetados, mixto, en general provenientes de
Buenos Aires y tres de Neuquén y Cipolletti. La mayoría de ellos ya conocía
la zona y muchos habían participado del torneo de fotografía submarina
desarrollado hace dos años, cuya segunda edición se prevé para septiembre próximo.
Dieron el ejemplo a conciencia
Tony Brochado es el buzo
más famoso de esta zona. Cobró trascendencia nacional cuando encabezó la
denodada búsqueda del submarino nazi, que supuestamente estaría hundido en
cercanías de Caleta de los Loros, pero que aún no pudo ser hallado, aunque las
esperanzas no se pierden.
Brochado, un uruguayo que hace más de 15 años reside en esta localidad, es el
titular de la empresa "El Austral" y además trabaja en el Instituto
de Biología Marina. Por sus funciones ha recorrido la costa de la bahía San
Antonio casi palmo a palmo e, interesado en las reliquias provenientes de
antiguos barcos, encontró objetos diversos que aún atesora en su casa o que
donó a museos y fundaciones.
Las botellas viejas -de las cuales el buzo conserva decenas- y todo elemento
llamativo que encontraban ayer los submarinistas eran llevados de inmediato ante
los ojos de Brochado por los entusiasmados visitantes que esperaban hallar algún
trofeo arqueológico.
Tal hallazgo no se produjo, pero los esforzados buzos con su ejemplo generaron
conciencia sobre la necesidad de proteger a las aguas de que se arroje basura
que permanece por años contaminando o provocando un deterioro ambiental.
Cumplieron, en definitiva, con el objetivo de "Fondos Limpios" -el
proyecto AWARE (aquatic world awareness, responsability and education)- que
impulsan distintas organizaciones internacionales y que se lleva adelante desde
1986 en los mares del mundo.
Los datos obtenidos –como se realiza en cada ocasión– fueron
asentados en planillas y serán enviados al Centro de la Conservación Marina en
Virginia Beach, Estados Unidos, donde serán analizados para incorporar a los
informes que tienden a formular soluciones para poner fin al problema de la
contaminación marina. (ASA)