foto Daniel Varela

Domingo 2 de enero de 2000

 

Desde debajo del agua

Mientras turistas y residentes levantaban sus copas en los restaurantes o en sus casas, Tony Brochado en el puerto, bajo los barcos, y Seba Leal y sus compañeros en la plataforma frente a Las Grutas, recibieron el 2000 debajo del agua a varios metros de profundidad.
El submarinista Tony Brochado compartió su sueño con Omar Osovnikar, el técnico del canal de cable local que hizo malabares para rescatar la imagen en vivo tomada por la cámara subacuática de Brochado y reproducida en un monitor ubicado dentro del barco Junella, en el pontón flotante de la estación marítima. Desde allí, Osovnikar logró transmitirla desde una antena colocada en lo alto del buque incendiado en julio del año pasado, hasta una receptora en el cable de San Antonio Oeste.
De pronto, en los televisores de cada una de las casas del Puerto, Las Grutas y San Antonio Oeste, en el canal 4, apareció la imagen de Brochado bajo el agua, hablando a través de un equipo interfónico con su pequeño hijo Marcos de 3 años quien le deseó un "Feliz Año Nuevo, papá". Desde el agua Brochado saludó a su pueblo.
A las 00.30, toda la villa portuaria se trasladó al puerto a saludarlo.
Mientras tanto, en Las Grutas, los buzos de Cota Cero fueron recibidos con aplausos por una multitud luego de haber recibido el 2000 a varios metros de profundidad.

El nuevo milenio fue un derroche de luces y alegría a orillas del mar

El clima acompañó en Las Grutas.

 

LAS GRUTAS - Más de cinco mil personas, que se reunieron a la orilla del mar y disfrutaron del impactante espectáculo de luces y colores que mostraba el cielo, le dieron la bienvenida al nuevo milenio en Las Grutas.
Un clima excelente, una noche apacible, cálida e ideal para vivirla al aire libre y un paisaje natural impresionante, fueron los ingredientes especiales para que el recibimiento del 2000 fuera una fiesta colmada de algarabía y asombro para residentes y turistas.
Por momentos el golfo se iluminó gracias al buen show de fuegos de artificio organizado por la municipalidad con el auspicio del Casino Las Grutas, Transportes Aéreos del Neuquén, la empresa inmobiliaria Golfo San Matías, Marnos Discoteque y Gitano`s Pub, Lotería de Río Negro y Cota Cero Buceo.
Después de la cena y el brindis -se ofrecieron menúes especiales en los distintos restaurantes- la fiesta se trasladó a la tercera bajada. Lentamente, a medida que las familias terminaban con los saludos de rigor en cada una de las casas y comercios gastronómicos, la playa se fue colmando de veraneantes que eligieron ese lugar para comenzar el nuevo año.
Algunos bajaron a la arena, aún húmeda por la pleamar producida cerca de las 20, pero amplia para alojar a los que quisieron sentir su suavidad bajo los pies. Otros prefirieron un palco de privilegio. Se instalaron a lo largo del paredón de la Costanera, en la parte más alta del acantilado y desde allí disfrutaron del espectáculo.
A la 1,30 comenzaron las luces. Duraron alrededor de 10 minutos y al final, boquiabiertos con la mirada al cielo, los espectadores irrumpieron en un aplauso espontáneo causado por la especial sensación que producían los fuegos en ese marco natural sumados a la ocasión inolvidable de la llegada del año 2000 junto al mar.
"No le salió un peso a la municipalidad, solamente el trabajo de organización" reconoció el edil Luis Curtolo y responsable del área de Turismo de la comuna local.
En medio de la crisis que atraviesan los municipios , la fiesta pudo organizarse con el apoyo de empresas de la zona que solventaron los cerca de 4 mil pesos que costó la pirotecnia y con la colaboración de los artistas callejeros y artesanos residentes que brindaron su esfuerzo para preparar las antorchas, el sonido y el resto de las alternativas programadas para ese momento.
Después de los fuegos, bajó la murga de General Roca por la explanada de la tercera bajada, seguida por unas cien personas que corrieron por el acceso al mar hasta la orilla.
Allí aguardaban motos de agua y gomones cargados con las antorchas. Volvieron echando fuego y al son de ritmos afro que incitaban a bailar a los presentes.
También arribaron los buzos de Cota Cero que brindaron en la plataforma submarina a varios metros de profundidad. Mientras tanto, desde el puerto de Ultramar, el submarinista Tony Brochado concretó su sueño de recibir el 2000 debajo del agua y ser filmado para todo San Antonio, Las Grutas y la villa portuaria por el canal local de cable.
En un escenario improvisado junto al acantilado tocaron algunos grupos musicales hasta que de a poco la gente se fue retirando, algunos a seguir la fiesta en las discos y en los pubs, otros a hacer una caminata nocturna por la playa y otros a dormir por primera vez en el 2000.