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Desde
debajo del agua
Mientras turistas y
residentes levantaban sus copas en los restaurantes o en sus casas, Tony
Brochado en el puerto, bajo los barcos, y Seba Leal y sus compañeros en la
plataforma frente a Las Grutas, recibieron el 2000 debajo del agua a varios
metros de profundidad.
El submarinista Tony Brochado compartió su sueño con Omar Osovnikar, el técnico
del canal de cable local que hizo malabares para rescatar la imagen en vivo
tomada por la cámara subacuática de Brochado y reproducida en un monitor
ubicado dentro del barco Junella, en el pontón flotante de la estación marítima.
Desde allí, Osovnikar logró transmitirla desde una antena colocada en lo alto
del buque incendiado en julio del año pasado, hasta una receptora en el cable
de San Antonio Oeste.
De pronto, en los televisores de cada una de las casas del Puerto, Las Grutas y
San Antonio Oeste, en el canal 4, apareció la imagen de Brochado bajo el agua,
hablando a través de un equipo interfónico con su pequeño hijo Marcos de 3 años
quien le deseó un "Feliz Año Nuevo, papá". Desde el agua Brochado
saludó a su pueblo.
A las 00.30, toda la villa portuaria se trasladó al puerto a saludarlo.
Mientras tanto, en Las Grutas, los buzos de Cota Cero fueron recibidos con
aplausos por una multitud luego de haber recibido el 2000 a varios metros de
profundidad.
El
nuevo milenio fue un derroche de luces y alegría a orillas del mar
El clima acompañó en Las Grutas.
LAS GRUTAS
- Más de cinco mil personas, que se reunieron a la orilla del mar y disfrutaron
del impactante espectáculo de luces y colores que mostraba el cielo, le dieron
la bienvenida al nuevo milenio en Las Grutas.
Un clima excelente, una noche apacible, cálida e ideal para vivirla al aire
libre y un paisaje natural impresionante, fueron los ingredientes especiales
para que el recibimiento del 2000 fuera una fiesta colmada de algarabía y
asombro para residentes y turistas.
Por momentos el golfo se iluminó gracias al buen show de fuegos de artificio
organizado por la municipalidad con el auspicio del Casino Las Grutas,
Transportes Aéreos del Neuquén, la empresa inmobiliaria Golfo San Matías,
Marnos Discoteque y Gitano`s Pub, Lotería de Río Negro y Cota Cero Buceo.
Después de la cena y el brindis -se ofrecieron menúes especiales en los
distintos restaurantes- la fiesta se trasladó a la tercera bajada. Lentamente,
a medida que las familias terminaban con los saludos de rigor en cada una de las
casas y comercios gastronómicos, la playa se fue colmando de veraneantes que
eligieron ese lugar para comenzar el nuevo año.
Algunos bajaron a la arena, aún húmeda por la pleamar producida cerca de las
20, pero amplia para alojar a los que quisieron sentir su suavidad bajo los
pies. Otros prefirieron un palco de privilegio. Se instalaron a lo largo del
paredón de la Costanera, en la parte más alta del acantilado y desde allí
disfrutaron del espectáculo.
A la 1,30 comenzaron las luces. Duraron alrededor de 10 minutos y al final,
boquiabiertos con la mirada al cielo, los espectadores irrumpieron en un aplauso
espontáneo causado por la especial sensación que producían los fuegos en ese
marco natural sumados a la ocasión inolvidable de la llegada del año 2000
junto al mar.
"No le salió un peso a la municipalidad, solamente el trabajo de
organización" reconoció el edil Luis Curtolo y responsable del área de
Turismo de la comuna local.
En medio de la crisis que atraviesan los municipios , la fiesta pudo organizarse
con el apoyo de empresas de la zona que solventaron los cerca de 4 mil pesos que
costó la pirotecnia y con la colaboración de los artistas callejeros y
artesanos residentes que brindaron su esfuerzo para preparar las antorchas, el
sonido y el resto de las alternativas programadas para ese momento.
Después de los fuegos, bajó la murga de General Roca por la explanada de la
tercera bajada, seguida por unas cien personas que corrieron por el acceso al
mar hasta la orilla.
Allí aguardaban motos de agua y gomones cargados con las antorchas. Volvieron
echando fuego y al son de ritmos afro que incitaban a bailar a los presentes.
También arribaron los buzos de Cota Cero que brindaron en la plataforma
submarina a varios metros de profundidad. Mientras tanto, desde el puerto de
Ultramar, el submarinista Tony Brochado concretó su sueño de recibir el 2000
debajo del agua y ser filmado para todo San Antonio, Las Grutas y la villa
portuaria por el canal local de cable.
En un escenario improvisado junto al acantilado tocaron algunos grupos musicales
hasta que de a poco la gente se fue retirando, algunos a seguir la fiesta en las
discos y en los pubs, otros a hacer una caminata nocturna por la playa y otros a
dormir por primera vez en el 2000.
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